domingo, 10 de abril de 2011

Novedades Abril 2011

Ficción



Aniversario de la ensalada, de Tawara Machi. Verbum, 2010
En 1987 una joven profesora de literatura japonesa, Machi Tawara, desató una apasionada polémica en Japón por la publicación de un libro de tankas, bajo el provocador título de Aniversario de la ensalada. La joven poeta se había atrevido a subvertir las temáticas tradicionales e introducir en sus 434 composiciones asuntos cotidianos, aspectos de la vida japonesa moderna y alusiones tan “antipoéticas” como referencias al basebal, a canciones del gusto de los jóvenes y productos de consumo habitual.

Japón, un viaje entre la sonrisa y el vacío, de Fernando González Viñas. Almuzara, 2010
Japón es una de esas culturas del mundo que conserva la capacidad de asombrar y embelesar al visitante, de imantar sus ojos y su mente a lo que ofrece, lo tangible y lo intangible. En un mundo que parece tan viajado y conocido, las formas y los modos de este país aparecen nuevos y sorprendentes. Quizá radique ello en su escritura. Cuando se tienen caracteres ideográficos combinados con silabarios, la manera de pensar y por lo tanto de actuar y crear, debe ser necesariamente distinta. Es por ello que las japonesas visten ropas occidentales y su apariencia es extraña, como Alicias después de volver del país de las maravillas; es por ello que los luchadores de sumo se mueven gráciles como mariposas y su semblante antes, durante y después de la batalla refleja la inevitabilidad del destino, sabedores de que la nada no es un apéndice de la existencia sino la misma existencia. Es por ello que construyen edificios asimétricos, temerosos de la perfección reservada a los dioses. Así, su famosa cortesía es más un respeto debido a los demás, a las personas, dioses, kamis, espíritus o Budas; un respeto al prójimo para no ofenderlo proclamando la propia perfección. Sólo hay que conocer el lenguaje honorífico japonés, capaz de crear expresiones distintas de un mismo verbo para distinguir si se habla a un interlocutor de inferior, igual o superior rango. Sonrisas, meditaciones, ofrendas, e incluso la pose mie del actor de kabuki, conforman el estado de ánimo de un país, de las raíces pasadas que flotan en el mar actual. En los momentos en los que un viajero presencia alguna de las expresiones de los actos de este rincón del mundo, de este país cuyas islas conforman un caballito de mar, se siente asomado a un pozo luminoso en el que además del agua ajena podemos observar en profundidad nuestro propio reflejo. (Reseña de la editorial)

El mar y veneno, de Shusaku Endo. Ático de los Libros, 2011
En un hospital japonés desmoralizado por los bombardeos constantes de los Aliados, un interno, el doctor Suguro, es cooptado por un ambicioso cirujano para participar en una serie de experimentos médicos que culminan en la vivisección de un prisionero estadounidense capturado. Estos experimentos tienen como fin determinar cuanto se puede cortar de un pulmón antes de que el paciente muera o cuanta solución salina se le puede inyectar en la sangre sin matarlo. Este conocimiento debería servir para mejorar el tratamiento de la tuberculosis que arrasa el país. Pero el verdadero motivo de aquellos experimentos se halla en la brutalidad de los militares, la rivalidad entre los jefes de departamento del hospital y la atmósfera de nihilismo que reina en Japón ante la casi segura derrota ante los Aliados. Suguro se siente humillado por su propia pasividad. Paralizado por su conciencia hasta el punto en que resulta incapaz de operar en el quirófano, se siente un miserable.
La acción de la novela empieza muchos años más tarde, cuando el narrador visita la destartalada consulta que el doctor Suguro tiene en las afueras de Tokio. A pesar del tiempo transcurrido, Suguro no ha superado aquel trauma. En el pequeño pueblecito donde se ha refugiado para olvidar aquel horror, cada día contempla un maniquí en la tienda de ropa, su rostro blanquecino y su sonrisa de cera.(Reseña de la editorial)

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