sábado, 13 de agosto de 2011

Los valores estéticos en la poesía clásica japonesa. Haiku y Tanka

El 26 de septiembre, a las 19 horas, la tertulia sobre cultura japonesa y el Grupo Haikunversaciones os invitan a la charla

Los valores estéticos en la poesía clásica japonesa.
Haiku y Tanka

Japón destaca hoy en el mundo contemporáneo por su potencia “tecno-financiera-empresarial”. Y recientemente también ha dejado a la humanidad con la boca abierta con el ejemplar comportamiento de su pueblo ante la adversidad que le planteó la naturaleza.

Desde finales del siglo XIX nos atrae y subyuga su otra “cara bella”. Los cerezos en flor, el Monte Fuji, sus kimonos y abanicos, la delicadeza exquisita de su ceremonia del té, la sencillez de su pintura sumi-e, la policromía del ukiyo-e, el humanismo de su cine, su emotiva poesía…

¿Cuáles son los valores estéticos que inspiran esta belleza? ¿Existe una sola belleza en la tradición cultural japonesa? Y si hay varias, ¿cuáles son y en qué se distinguen?

Fuerza, valor, energía, elegancia, refinamiento, sensibilidad, delicadeza, profundidad, misterio, espiritualidad, imperfección, comunión con los seres del universo, chispa en la vida...

Estáis invitados a una charla que sólo rozara la piel de semejante fruta. Intentaremos reconocer su fragancia y dejarnos empapar con el evanescente rocío de esa cultura.

Viento, tú que soplas hoy que no he dormido
por su querer, si rozas su cuerpo
ven y roza el mío.

Manyôshû
(primera antología poética, hacia el año 760 d.C., con poemas desde el siglo V)

Texto elaborado por Pedro Pagés.

1 comentario:

  1. Laura V10/23/2011

    El otro día en la reunión de comentario de textos de literatura japonesa hojeé por primera vez un libro de haikus. Y la verdad es que me gustaron mucho. Había dos compañeras que van habitualemmente a un grupo de haikus y nos explicaron cómo se construían. ASí pudimos entenderlos mejor.

    Hubo uno que me llamó especialmente la atención. No sé si lo interpreto bien, pero creo que se refiere a que a veces la belleza se encuentra escondida muy cerca de nosotros, sin que nos demos cuenta. Decía algo así:

    Nadie lo nota,
    flores de castaño en el alero.

    Es sencillo, pero en opinión, precioso.
    Sería otra forma de hacer poesía, y tan valiosa y llena de significado como los sonetos o cuartetos de la lengua española...

    Bueno, ésa es mi opinión... :)

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