domingo, 11 de enero de 2015

Amores de un vividor

Saikaku Ihara, Amores de un vividor (1682)

Tras varias tertulias centradas en la literatura generada en los siglos XX y XXI, tenemos la oportunidad de conocer una de las principales obras japonesas clásicas. Además de ser el relato que inició el género de los mundos flotantes (descripciones de las andanzas de la nueva clase media en los barrios dedicados a la prostitución), es fundamental para entender los cambios sociales y culturales del período Edo,
El excepcional trabajo de edición realizado por Fernando Rodríguez Izquierdo (Premio Noma de traducción 1996) permite acceder, si se tiene la paciencia suficiente, a muchísima información sobre los mitos y leyendas de la época, la vida cotidiana, la indumentaria, las fiestas populares, la alimentación, la literatura de la época, las creencias religiosas, la estructura de clases, etc.
Se trata de una obra que, como señala Florentino Rodao:
trascendía el erotismo para mostrar los gustos de una sociedad emergente al son del progreso económico en el Japón Tokugawa. La pacificación del país había permitido el auge del comercio, que conllevó el de los chônin o ciudadanos, residentes en algunas de las urbes mas populosas del planeta, porque Edo (Tokio) rondaba los  800.000 habitantes y Osaka y Kioto 300.000 cada una cuando París o Londres no pasaban del medio millón. Además, sin el poder político de la nobleza ni la función administrativa y militar de los samuráis, los chônin desarrollaron una cultura propia, más centrada en los placeres mundanos y en el dinero, con obras literarias que se deleitan en el contraste entre los negociantes perspicaces  y los samuráis torpes o entre los vivaces visitantes de los burdeles y los presuntos pazguatos que apenas visitan el mundo flotante".
Para situar aún más en el contexto histórico del relato (que esconde una reflexión sobre los mecanismos que determinan la movilidad social en el Japón de la era moderna) conviene visitar el artículo Un vividor mira a la mujeres, de Emiliano Orlante.

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