Ficción
Mendoza, E. El
negociado del Yin y el Yan. Seix Barral, 2019. 376 p. JA N MENDOZA. En la primavera de 1975 Franco tiene los días
contados. Inquieto y estimulado por los nuevos aires de cambio y esperanza que
comienzan a respirarse en España, Rufo Batalla planea su regreso a Barcelona.
Cuando está a punto de abandonar Nueva York recibe una sugerente propuesta del
príncipe Tadeusz Maria Clementij Tukuulo relacionada con su disparatado plan de
reconquista del trono de Livonia, un país hoy inexistente.
A sabiendas de
que Tukuulo aparece en su vida tan alegremente como desaparece y le manipula a
su antojo, Rufo se deja llevar por su admiración y sincero afecto por el
monarca y acepta una misión incierta en Oriente. Una vez allí, descubrirá que
éste no es el último ni el único destino de esta enloquecida aventura.
Eduardo Mendoza
prosigue la serie iniciada con El rey
recibe, y recorre de forma extraordinariamente lúcida y con gran
sentido del humor algunos momentos históricos, culturales y sociales del siglo
XX a partir de la peripecia personal del protagonista, el cumplidor Rufo
Batalla. Su formalidad e insatisfacción son el contrapunto perfecto del
formidable príncipe Tukuulo, y su pintoresca relación es la puerta de entrada a
un mundo absurdo en el que todo es posible. (Reseña de la editorial)
Mizubayashi,
A. Breve elogio de la errancia. Gallo
Nero, 2019. 139 p. JA N MIZUBAYASHI. No se elige dónde naces. No se elige a los padres. No
se elige la genealogía.
No se elige tampoco el país. No se eligen los orígenes
étnicos ni raciales. No se elige la época, ni el lugar ni la fecha de
nacimiento, ni a priori la lengua. Pero de entre
todos estos datos fuera de nuestro control, que nos vienen definitivamente
impuestos de fuera y que nos fijan, nos sujetan, nos encierran en un
determinismo previo sin solución o casi, solo el espacio de la lengua parece
ofrecernos salidas, escapatorias, aunque sean ínfimas. De hecho, se puede
elegir la lengua, si se quiere; una lengua, unas lenguas de entre toda la
inmensa sinfonía comunicativa de las lenguas. Uno puede apropiarse libremente
de una lengua, de unas lenguas. Y una cosa que merece señalarse es que la
lengua, o más bien las lenguas, son bienes comunes, espacios públicos, lugares
no delimitados y no delimitables que se pueden atravesar, frecuentar, sin ser
deudores de lo que sea de ellas, de quien sea de ellas, sin ser tachado de
invasor. La lengua no es una propiedad
privada. Es una tierra generosa sin propietario donde se celebra
una fiesta permanente con entrada gratuita. (Reseña de la editorial)
Natsume,
S. El gorrión de Java. Satori, 2019. 104 p. JA N NATSUME. Dulce resignación, tierna nostalgia, tristeza
divertida, simplicidad compleja, son muchos los atributos, en un principio
contrarios, que el lector adjudicará a estas extraordinarias páginas escritas
por un hombre muy próximo a la sabiduría de los maestros zen, a los que
visitaba una y otra vez igual que nosotros regresamos a sus imperecederas
obras. El gorrión de Java rescata para el lector en español algunos de los
cuentos que Soseki escribió entre 1908 y 1912, en la cumbre de su popularidad y
su talento. Considerado por muchos el escritor japonés más importante del siglo
XX, Natsume Soseki muestra en estos textos su faceta más reposada, dulce e
íntima. A medio camino entre la ironía y la ligereza de sus primeras novelas y
el desgarro de sus obras posteriores… (Reseña de la editorial)
Shimazaki, A.
El corazón de Yamato. Lumen, 2019. 521 p. JA N SHIMAZAKI. Aoki Takashi tiene treinta años y trabaja para una
prestigiosa empresa de Tokio que exige a sus empleados tiempo y dedicación
absolutos. Apenas queda espacio para la vida sentimental, pero Takashi se
enamora violenta e inesperadamente de Yuko, una recepcionista con la que
comparte clases de francés. Juntos empiezan una hermosa relación, llena de
ritos cotidianos, que se ve amenazada cuando el heredero del poderoso banco
Sumida se fija en ella y le pide oficialmente la mano a su padre.
Aunque escribe en
francés, Shimazaki pertenece a la misma estirpe de grandes escritores
contemporáneos japoneses como Haruki Murakami, Hiromi Kawakami y Yoko Ogawa,
con esa combinación única de sensualidad y melancolía y esa atención a los
pequeños y grandes cambios de la naturaleza y del alma humana. (Reseña de la
editorial)
Suzuki, K. Dark Water. Satori, 2015.
228 p. JA N SUZUKI. Elemento
imprescindible para la vida, el agua se transforma en heraldo de la muerte y en
germen del terror primigenio.
Una madre acosada por la presencia intangible de una niña ahogada, un crucero de ensueño que se convierte en pesadilla, un padre atrapado en una gruta hasta la hora final… Ya sea sobre las aguas oscuras y amenazadoras del mar o sobre el agua estancada y putrefacta de un edificio abandonado, las historias de Koji Suzuki navegan en el océano del horror, la angustia y el pánico.
La alucinación y los fantasmas imaginarios producto del pánico, el miedo o la obsesión, bastan para conseguir la atmósfera de pavor, amenaza y peligro que acompaña siempre los relatos de Suzuki. (Reseña de la editorial)
Una madre acosada por la presencia intangible de una niña ahogada, un crucero de ensueño que se convierte en pesadilla, un padre atrapado en una gruta hasta la hora final… Ya sea sobre las aguas oscuras y amenazadoras del mar o sobre el agua estancada y putrefacta de un edificio abandonado, las historias de Koji Suzuki navegan en el océano del horror, la angustia y el pánico.
La alucinación y los fantasmas imaginarios producto del pánico, el miedo o la obsesión, bastan para conseguir la atmósfera de pavor, amenaza y peligro que acompaña siempre los relatos de Suzuki. (Reseña de la editorial)
Yumoto, K. Viaje a la costa. Nocturna,
2016. 215 p. JA N YUMOTO. La joven Mizuki lleva tres años obsesionada por la misteriosa
desaparición de su marido, al que la policía ya da por muerto. Una noche, él
aparece de improviso en su cocina y, mientras devora sus dulces favoritos, le
relata cómo murió ahogado en el mar.
A la mañana
siguiente, Mizuki comprueba que no se trataba de un sueño y acepta lo que él le
pide: que lo acompañe en un último viaje a la costa donde se originó todo.
En esta
fascinante novela de la autora de Los
amigos, los vivos y los muertos se confunden a lo largo de un Japón
enigmático donde los fantasmas resultan más reales que la gente entre la que
deambulan. (Reseña de la editorial)
No Ficción
Mourelo, Suso.
El Japón de Hokusai. Quaterni, 2019. 191 p. JA 308 MOU. Si pensamos en una imagen que simbolice la creación
artística de Japón, sin duda nos vendrá a la cabeza, aunque desconozcamos el
nombre del autor, la estampa de una ola azul que se alza y, en su movimiento,
crea el marco para una montaña mítica, el monte Fuji.
Esta imagen, La gran ola de Kanagawa, la creó en torno
a 1830 un septuagenario: para entonces llevaba más de medio siglo
experimentando técnicas y estilos y había producido treinta mil pinturas,
bocetos y dibujos para grabados.
Katsushika
Hokusai nació en 1760 y vivió en el Periodo Edo, el tiempo de los shogunes. La
época, quizás la más asombrosa en la historia de Japón, comenzó en 1603 y se
extendió hasta 1868, con el inicio de la era Meiji. El clan
dominante –la poderosa familia Tokugawa– decretó el cierre del archipiélago al
exterior y condujo al país a un hermetismo sin parangón. Este aislamiento
propició el desarrollo de costumbres distintas a las del resto del mundo.
De esa época
proceden algunas de las creaciones culturales más originales de Japón, como el
teatro kabuki y el grabado ukiyo-e. Y también, algunas de las
tradiciones más célebres –y estereotipadas y mal contadas– como el mundo de las
geishas.
¿Qué papel tenía la mujer en ese mundo? ¿Qué supuso el ascenso social de la nueva clase urbana? ¿Cuándo perdieron los samuráis sus privilegios?
¿Qué papel tenía la mujer en ese mundo? ¿Qué supuso el ascenso social de la nueva clase urbana? ¿Cuándo perdieron los samuráis sus privilegios?
En este libro nos
introducimos de lleno en el Japón del Periodo Edo. Un fascinante viaje a una
época remota para conocer al artista que firmaba como Hokusai, y lo que hay de
cierto y de mito en las costumbres y protagonistas de un tiempo y una cultura
irrepetibles. (Reseña de la editorial)
Manga
Taniguchi,
J. Mundo salvaje. Ponent Mon, 2019. 2 v. JA C TANIGUCHI. Esta antología en dos tomos, auténtico periplo por
los espacios abiertos de las montañas japonesas a las extensiones del Oeste
americano, nos presenta una faceta de la obra de Taniguchi desconocida para
nosotros: la época en que, inspirado en la historieta europea, hacía sus pinitos
con éxito en la bande dessinée de género introduciendo lo que ahora es
considerado como su marca de fábrica: un inmenso talento como contador de
historias. (Reseña de la editorial)
Tsuge, T. Mi
vida en barco. Gallo Nero, 2019. 620 p. JA C TSUGE. Mi vida en barco es la historia de Tsuda, un escritor en crisis de mediana edad que
compra un pequeño barco para ir a pescar en el río y buscar así inspiración
para su gran obra. Lo que iba a ser solo un pasatiempo se transforma en su
máxima obsesión, los días de pesca pasados en el barco se convierten en su
razón de vida, en momentos para reflexionar sobre la autenticidad de la
existencia y retomar el contacto con la naturaleza.
Tsuda navega por
el río Tone esperando a que la carpa perfecta muerda su anzuelo. Se toma así un
respiro de su trabajo en la tienda de vaqueros, donde se siente como pez fuera
del agua, y vuelve a los tiempos pasados y también a sí mismo.
Mi vida en
barco es un viaje íntimo por la
mente de una de las personalidades más destacadas de la literatura dibujada,
una sincera y refinada reflexión sobre el sentido de la vida y del tiempo.
Publicada entre 1997 y 2001 en las páginas de la revista Comic Tsuritsuri, Mi
vida en barco es una obra fuertemente autobiográfica enmarcada en
el subgénero del watakushi manga,
el manga del yo. (Reseña de la editorial)
Poesía-Haiku
Akutagawa,
R. Caja de marionetas. Satori, 2019. 160 p. JA P AKUTAGAWA. Akutagawa Ryunosuke, uno de los autores nipones más
internacionales, llevó el relato japonés a las más altas cotas literarias con
obras como «Rashomon» (1915), «Vida de un idiota» (1927). Estudiante brillante
y ávido lector, Akutagawa fue también un consumado y prolífico poeta. Su poesía
alcanza cotas sublimes a la hora de revalorizar las escenas más aparentemente
insulsas de la naturaleza, logrando transmitir la honda esencia del haiku.
Maestro de la palabra, el cromatismo de su poesía es vívido y fluido. A pesar
de sentir una profunda añoranza por lo tradicional, Akutagawa supo ver con ojos
de poeta los objetos modernos e incluirlos en sus haikus, insuflando aires
nuevos a esta forma poética tradicional.
Biurrun, I.,
Sobreviela, L. y Espartza, J. Trébol, Foto-Haikus. Libros Certeza, 2019. 74 p.
JA P BIURRUN. De muy original cabe
calificar este libro-álbum, este visual Trébol en el que sus autoras, las poetas navarras Inma
Biurrun, Lola M. Sobreviela y Josune Espartza, han escrito
sobre cada hoja. Para el novelista Paul Auster, «la poesía es como tomar fotografías»
aunque para el poeta madrileño Jorge Reichmann, «un
buen poema no es una fotografía sino una fuente de luz». En cualquier caso, la
imagen parece estar siempre detrás de la creación poética. Joaquín Giannuzzi lo tenía claro:
«Al poema lo distingue la
imagen. El fulgor del lenguaje es la imagen. Que no se da
más que en poesía». Me da que Inma, Lola y Josune han coincidido con el gran
vate argentino a la hora de hacer brillar el lenguaje de este poemario parido
por sus seis manos.
De las
introducciones con que cada autora escolta su trabajo en Trébol extraemos atinadas consideraciones
tanto sobre poética como sobre esta bellísima pero también complicadísima forma
de crear que es el haiku. Para quienes la desconozcan, la
significación que el haiku tiene para las tres resultará provechosa a la hora
de enfrentarse con su libro, mitad palabra mitad imagen. (Reseña de Manu López
Marañón)
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