Osamu Tezuka, El árbol que da sombra (1981-1986)
Shogakukan Manga Award 1984
Tezuka utiliza las más de 2400 páginas de este manga para reflejar los cambios políticos y culturales que, en la segunda mitad del siglo XIX, llevaron a Japón a pasar del periodo Tokugawa a la era Meiji, finalizando así la Edad Moderna.
La descripción documentada de hechos históricos, intrigas por el poder, alianzas, traiciones y estructura social se mezcla con un interesante análisis de las dinámicas y conflictos sociales que supuso el encuentro, ya ineludible, con Occidente.
El autor utiliza un recurso que conocemos de Adolf, otro de los mangas de Tezuka leídos en la tertulia: el hilo conductor del relato son los encuentros y desencuentros, casuales o provocados, entre los dos jóvenes personajes principales, un médico y un soldado. En ellos se muestra la preocupación ética del autor -como dijo en una ocasión, "lo que intenté expresar en mis obras se puede resumir en el siguiente mensaje: ¡amad a todo ser vivo"-.
A través de Tezuka e Ibuya -que no son ni héroes ni perfectos- descubrimos que el destino es cambiante y el éxito aparece y nos deja, que no podemos controlar todo nuestro futuro y que, por eso, la felicidad no depende tanto de alcanzar los anhelos y deseos como de comportarnos de acuerdo con nuestros principios.
Podéis encontrar una magnífica reseña de esta obra que combina humor, drama, reflexión moral, caricatura y erudición en ¿No eres mayor para leer cómics?.
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